La Iglesia es mas como la raíz de un árbol que como un edificio. Asumimos por nuestra herencia de la época modernista y de la época de industrialización que la Iglesia es mas como edificio. Esa metáfora ya no se aplica. Los edificios son rígidos y no cambiantes.
Me imagino mas la Iglesia como la raíz de un árbol. La raíz no tiene patrón pero si tiene orden. La Iglesia es un organismo viviente, no una organización. Todo ese concepto de institución “organizada” nos ha hecho mucho daño. La raíz de un árbol es compleja pero al mismo tiempo sencilla, noble. Es altamente eficiente. Toma la forma que necesita tomar sin perder su ADN. Se extiende según se necesita y no toma una forma determinada.
La raíz de un árbol no tiene una jerarquía pero no es anárquica, obedece a su ADN. No es desordenada, es altamente flexible. La raíz del árbol es la que permite el fruto y la que le permite al árbol aguantar las tormenta.