En una isla del Pacífico Sur, los nativos capturaban monos con un método muy particular: el cazador tomaba un coco, le hacía un agujero en uno de sus lados, le ponía unas cuantas nueces dentro, lo colocaba entre la vegetación y luego esperaba. Al poco tiempo llegaba un mono que, por su naturaleza curiosa, comenzaba a explorar el coco. Invariablemente, el mono hallaba las nueces y metía su mano en el coco para tomarlas, pero cuando intentaba sacarla… quedaba atorado.
Con su puño aferrando las nueces dentro del coco, golpeaba desesperadamente el fruto contra el suelo -o contra un árbol- y corría de aquí para allá mientras gritaba. Hacía cualquier cosa, excepto abrir la mano y soltar las nueces.
Luego, los cazadores llegaban y capturaban al mono exhausto, quien gastaba sus últimas energías en una débil lucha… pero nunca soltaba las nueces. Así, perdía -como mínimo- su libertad y muchas veces su vida. ¿Por qué? Por un puñado de nueces. Desde luego, nosotros -los seres humanos- nunca haríamos algo tan ridículo… ¿O sí?
Resulta que muchas veces nosotros actuamos de la misma forma que el mono, nos aferramos tanto a las cosas que tenemos en nuestro poder y jamás las soltamos aún cuando sabemos que ellas nos pueden costar la felicidad, los sueños y lo más importante la voluntad de Dios.
Es que es tan sencillo, manos llenas no pueden recibir nada, siempre que Dios te va a entregar algo mejor te pedirá soltar lo que tienes actualmente, es por eso que existen tantas personas que nunca reciben nada nuevo aunque lo pidan por años, porque siguen aferrándose a lo que tienen actualmente.
¿Pero porqué el mono no suelta las nueces? porque siente que en su mano tiene alimento, prosperidad, seguridad y ES CIERTO!!! pero aunque lo tengas en la mano no podrá encender ese fuego en tu vida (Isaias 18). Es que así como los profetas de Baal Gritaban, saltaban y hacían escándalo tal cual como el mono con su mano en el coco lo único que tenemos que hacer es SOLTAR lo que tienes en tu mano y tomar las bananas que tienes a tu alrededor, es que a veces la solución la tienes a tu lado pero para alcanzarla solo tienes que aflojar lo que PIENSAS que te da seguridad…