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La Ovejita

Ya hace algún tiempo atrás un pastor tenía un rebaño de ovejas muy hermoso, el vivía para ellas, las alimentaba, las cuidaba y a cada una la conocía por su nombre y ellas respondían a la voz de su pastor. Entre todas estas ovejas había una que sobresalía y que incluso era envidiada por los pastores de otro rebaño y a quien el pastor amaba con mucho mayor fervor.

Pero un día esta oveja pensó en el amor que su pastor tenía para con ella y sabía que jamás el la abandonaría pero aun así se sentía incompleta, que le faltaba algo aunque en el redil lo tenía todo.

Y fue así como decidió un día arrimarse al redil vecino y ver si es que había algo más que ella no conociera, quería conocer el mundo ver que había más allá de lo que su pastor le proveía. así pasó el tiempo hasta que de repente se dió cuenta que al asomarse al redil vecino se perdía de las cosas de su propio redil, había encontrado nuevas cosas, nuevas amistades, había encontrado el amor, había encontrado nuevas motivaciones para vivir y se sentía bien aunque su rostro no reflejaba lo mismo.

Por estar separada del redil no había sido alimentada como corresponde ni había recibido la medicina necesaria, es más hasta casi se le había olvidado la voz de su pastor e incluso cuando era llamada por su nombre dudaba en que era a ella que la llamaban.

Paso un corto tiempo hasta que la ovejita por consecuencias obvias enfermó y separada de su redil no encontraba remedio, empezó a pasar hambre y a veces no tenía fuerzas para regresar al redil en la noche y dormía donde podía y aun el calor de sus amigas cuando estaba junto a ellas ya no era el mismo, dejo de ser hermosa y ya no era envidiada por otros pastores, al verla así sus nuevas amistades la abandonaron hasta que de repente un día cayó sin poder levantarse. una vieja amiga que la vió se acercó a darle de beber un trago de una bebida muy amarga, obviamente ella rehusó a beberla pero ese era su remedio, ella debía escoger si pasaba el trago amargo o simplemente se dejaba morir.

La ovejita decidió beber el trago amargo y esperó levantarse al siguiente día, sin embargo esto no ocurrió al siguiente día se sentía igual(pero no peor) su amiga le aconsejó que bebiera nuevamente esa bebida amarga, que era necesario hacerlo por algún tiempo para poder recuperarse. pero ella decidió no beberla porque su sabor no era agradable.

Cuando uno se asoma al redil vecino puede encontrar muchas cosas pero NO es su redil y salir de allí dolerá y nunca lo querremos hacer y sólo quienes estén dispuestos a pasar el trago amargo de la recuperación podrán regresar sanos al redil. Pero veámonos en el ejemplo de la ovejita, talvez ya adivinaste que le sucedió, no soportó el trago amargo y por querer encontrar “un camino” perdio su NORTE.

Es triste ver como ovejas del Señor se pierden cada día. Que no salen del redil pero solo se asoman a los rediles contiguos y que no están día a día listos a recibir medicina y alimento nuevo de parte de Dios, cuantos jóvenes me ha tocado ver que cambian el propósito de Dios por una carrera, por un trabajo, por un amor sin darse cuenta que lo único que hacen es asomarse al redil contiguo que tambien está lleno de ovejas buenas pero que no son las que el pastor ha puesto en su camino.

Mantente firme en tu redil.

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admin

1 Comment

  • Es excelente texto descriptivo y narrativo. Con lo que no estoy de acuerdo es al hablar sobre la carrera profesional pues el problema de los jovenes es que tambien utilizan la iglesia como un pretexto para ser mediocres. Creo firmemente que cuando JESUCRISTO se revela a alguien, EL se convierte en el pleno equilibrio de la persona, porque para eso es que existe la gracia.

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