Así lo dice el apóstol Pablo en Gálatas 6:9, cuando analicé este pasaje me dije “Ay Pero quien se puede cansar de hacer lo bueno… talvez de lo malo todos se aburren algún día pero que satisfactorio que es hacer el bien”.
Fue cuando tomé la decisión de empezar a hacer una serie de buenas obras de manera desinteresada, empecé a ofrendar a ciertos ministerios, empecé a servir en la iglesia, empecé a ayudar de diversas maneras a artistas, pastores, Ministros, medios de comunicación, iglesias, fundaciones, eventos, etc y saben qué, llegó un momento donde me cansé!!!
Pero no me cansé de HACER lo que estaba haciendo, déjame que te lo explique de esta manera. Una de las frases que la vida me ha enseñado es que “LO GRATIS NO SE APRECIA” y lo he comprobado en mi vida mismo, cuando he recibido bendiciones a cambio de nada. Claro que cuando me tocó a mi me resultaba increíble ver como uno ofrecía de manera gratuita sus servicios profesionales valorados en cientos o en miles de dólares y el dolor que uno llega a sentir cuando a la gente NO LE IMPORTA el esfuerzo que tu realizas, no consideran ni valoran la labor que haces por ellos y no hablo solamente en términos económicos, cuantas horas de consejería he invertido en X o Y persona y resulta que al final terminan haciendo todo lo contrario a lo que Dios les ha ministrado en su corazón, Creeme que duele.
Fue cuando entendí al apóstol Pablo en ese pasaje de las escrituras y me atrevo a decir que el también se encontraba cansado de hacer buenas obras cuando escribió ese versículo y creo que talvez dando un muy fuerte suspiro como cogiendo nuevas fuerzas dijo “Uffff No Nos Cansemos de Hacer el Bien”.
Fue cuando entendí y puse en mi corazón de manera REAL porque talvez si lo hacemos pero de LABIOS PARA AFUERA esa frasesita de TODO lo que yo hago, lo hago para el Señor. Si esta verdad estuviera arraigada en nuestro corazón jamás nos desalentaríamos, no abortáramos los proyectos o decisiones que tomamos a la primera crítica que recibimos, no cerraríamos los cultos porque no van mas que las dos viejecitas de siempre a acompañarnos, no dejaríamos de cantar aunque a la gente parezca no gustarle nuestra adoración a Dios, Si realmente la obra la hiciéramos para el Señor jamás nos cansaríamos, talvez si necesitaríamos tomar un pequeño respiro de vez en cuando pero mas para coger fuerzas que para descansar. Por eso me da gran pesar que personas renuncian a lo que tanto han anhelado porque no son correspondidos por los hombres, cuando no entienden que están almacenando tesoros en el cielo.
Así que mi amigo quiero alentarte a seguir sin mirar resultados, sin escuchar comentarios, sin temer a lo que se viene, sigue haciendo el bien sin importar lo que recibas a cambio por parte de los hombres porque créeme que aquel que es Dios de Israel jamás le ha quedado a deber a nadie!!!